lunes, 26 de diciembre de 2016

POKER J

En un principio esto iban a ser dos cojines para dos personas muy especiales. Pero ¿por qué hacerlo fácil? Como ella se llama Julia, y él Julio, se me ocurrió que eran la pareja ideal para regalarles un cojín como si fuese una carta de poker. A ella con una cuchara de palo por sus excelentes dotes culinarias, y a él con unas tijeras de podar, por sus excelentes dotes agroalimentarias :)

Así que comencé a hacer riserch por internech para hacerme una idea más concreta de cómo son las ilustraciones de las cartas. El diseño iba a utilizar blancos, rojos, amarillos y negros. Y las caras, de frente en vez de perfil.

Hasta aquí, lo fácil.

La cosa se complicó al no encontrar cojines apaisados, contando con el poco margen de tiempo que me quedaba. Así que tras recorrer varias tiendas con Violett, compré tela y guata... Y enredé a mi yaya para que me gestionase la costura.

La yaya :)

Así que aprovechando las escasas horas de sol que nos permitió la climatología turolense, y los atascos que se nos hacían en la singer, cosimos la cara blanca con la roja y la guata del relleno. Hoy por hoy no lo haríamos de esa forma, pero era nuestra primera vez confeccionando almohadas.

Después a lavar con cuidado para quitar el apresto (y con más cuidado aún por si desteñía la tela roja), y a dibujar sobre la tela. ¿Que hubiese sido más cómodo pintar y luego coser? Sí. Pero las circunstancias vinieron dadas. 


No resultaba muy grato pintar sobre superficie mullida, pero poquito a poco y trasnochando bastante con sesiones intensivas, debido al final del primer trimestre, fue tomando forma.



Más peliagudo resultó planchar para fijar el color... pues la guata al ser fibra podría haberse fundido con la tela y haber dado al traste con todo. Después toco mullirla todavía más con guata y con láminas de espuma, que me sentía como el Rey de las tartas cortando bizcochos.



Este es el reverso. Como me suele pasar, no había manera de darle forma al relleno. Lo conseguí una vez tomadas las fotos. 


Este es el resultado final. Estoy muy orgullosa, y muy somnolienta :)

martes, 20 de diciembre de 2016

PRINCIPITO CAMPO

Hace unos días me encontré (¿o me encontró?) la Señorita Pilar. Fue un reencuentro fantástico en un momento muy especial... y para agradecérselo, le he pintado esta bolsa. Y porque hace mucho tiempo me escribió que la amistad también se dibuja. 

Aprovecho para decir que aprecio la obra de Antoine de Saint-Exupéry, pero de verdad que me parte la cabeza cada vez que tengo que pintar algo suyo, con esas gamas con colores imposibles. Por eso nunca acabo de estar satisfecha con el resultado, me resulta difícil lograr el tono adecuado con las mezclas que realizo.

No obstante, lo más importante de esta creación ha sido hacer feliz a su futura dueña :)

Y, tendido sobre la hierba, lloró.